De todos es sabido la capacidad de la prensa deportiva madrileña para ponerse del lado de su equipo, el Madrid, cuando este más lo necesita. Es en general (y no la estoy comparando con la catalana), muy poco crítica y muy servicial. Consiguientemente tiene una especial sentido de la responsabilidad. Se debe a sus lectores, estos son mayoritariamente madridistas, y por tanto hace lo que sea con tal de ayudar al Madrid a conseguir sus objetivos y así acontentar a sus lectores, los seguidores del Real Madrid.
Supongo que se me acusará de hacer un análisis fácil de la situación. Tal vez. Pero a los hechos me remito y no tenemos que mirar muy lejos para darse cuenta de esto.
Analizemos dos de los hechos acontecidos recientemente:
1ero- las elecciones en la casa blanca.
Un esperpento que fue el hazmerreír de media Europa con el escándalo, aún no esclarecido, de los votos por correo y de un presidente, que prometió el oro y el moro y sólo cumplió parcialmente sus promesas.
El seguimiento de Marca y AS fue muy superficial. Posiblemente la coincidencia con el Mundial fue una de las razones por la que este seguimiento no fue muy intenso, pero aún y asi desde Marca y AS fueron más que benévolos con todo lo que ocurrió en Concha Espina.
2ndo- la actual situación deportiva del Real Madrid.
Todos hemos sido testigos de como en el plazo de una semana la prensa blanca ha pasado de un agudo pesimismo a una euforia desmesurada. Tras el partido del Getafe, incluso los periodistas más forofos de AS y Marca criticaban a Capello y se mostraban pesimistas en cuanto a las posibilidades de este Madrid en la liga. Después de la victoria de la Champions ante el Steaua el pesimismo se convirtió en euforia mesurada y cuando el Barça perdió en Stamford Bridge, en euforia desmesurada. Así, el Madrid llegó al clásico con un ambiente claramente favorable, espeloznado por un público que en el último partido en el Bernabeu había silbado a los suyos, pero que había sido fielmente adoctrinado por la prensa de la capital. El resultado del domingo no ha hecho más que exagerar esta euforia, que todo sea dicho viene muy ligada al hecho de que el Barça parece no estar en su mejor momento. Ni el paupérrimo empate (y gracias) ante el Écija ha rebajado el tratamiento que la prensa madrileña da a la actualidad del Real Madrid, que se hace eco de las palabras de Ramón Calderón sobre la vuelta a la Cibeles o del buen ambiente que reina en el equipo después del empate de Écija.
En fin, otra muestra más de que el objetivo de la prensa deportiva no es el de informar fehacientemente sino el de servir al club de la mayoría de sus lectores. Una prensa que en general es muy poco crítica, sensacionalista y que prefiere escribir medias verdades antes que desarrollar un periodismo objetivo. Esta es la prensa que tenemos!
Friday, October 27, 2006
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