Esto no se ha acabado (II)

La verdad es que Marca está que arde. No se si es que han perdido el oremus o sencillamente quieren arrebatar al AS el honorífico título de "diario deportivo madrileño más forofo", pero últimamente sus ataques al Barça se han incrementado proporcionalmente al número de puntos perdidos por el Madrid en el Bérnabeu.
Primero, el bueno de Anaut (?), que tal vez debería plantearse cambiar el nombre de su blog (sugiero "El blog de Arístides Mallol" o "Siempre Barça") y que encadena con el artículo de hoy la friolera de 4 posts consecutivos dedicados al Barça. Y luego dicen de Carazo...
Y luego, un tal Enric Corbella. Periodista de Marca, de nombre muy catalán, y que normalmente es el especialista de Marca en NBA, que parece ser se quiere abrir un hueco en la prensa del corazón, con un artículo de opinión impresionante.
Pero no todo lo hacen mal en Marca. La portada de hoy, toda una premonición de lo que iba a pasar en el minuto 94 de partido.
¿Números de la primitiva por favor?

Benvinguts a 'Can Barça', bienvenidos a la casa de Tócame Roque

Por Enric Corbella

"Se denomina la casa de Tócame Roque a aquella en la que reina la confusión y se producen alborotos y riñas… ¡cómo el Barça en estos días! En navidades fue Ronaldinho el que decidió acabar sus vacaciones navideñas cuando a él le vino en gana, después fue el ‘reincidente’ Oleguer (que en su momento escribió el polémico libro ‘Camí d´Ítaca’) el que nuevamente ¡como jugador del Barça! hizo unas delicadas declaraciones políticas, y por último ha sido un desbocado Samuel Etoo el que arremetió contra su entrenador y un compañero de vestuario.
En todos estos casos cualquier entidad seria hubiese adoptado algún tipo de medidas disciplinarias. Pero tanto al remolón, como al que deja en mal lugar el nombre del equipo en situaciones especialmente delicadas y el que faltó el respeto a su jefe y a un compañero han salido tan campantes de estas situaciones.
Desde ‘Can Barça’ se defienden diciendo que Rijkaard es un experto gestionando este tipo de problemas, o que la ‘ropa sucia’ siempre tiene que lavarse en casa, pero la realidad es que el técnico holandés prefiere tener bastante manga ancha con sus estrellas para que tanto el equipo como él mismo sobrevivan a los particulares egos del especial Ronaldinho y del inconformista Etoo.
El caso de Oleguer es mucho más triste: un empleado del Barcelona, que como jugador del equipo blaugrana (con la enorme responsabilidad que ello conlleva), se atreve a realizar unas declaraciones políticas bastante conflictivas y delicadas. Si el F.C. Barcelona más politizado de su historia (legado que se le debe agradecer a Joan Laporta) respetase a todos sus socios, peñistas y aficionados, hubiese sancionado a un Oleguer que seguramente ofendió a muchos de ellos. Pero no.
Ahora esperemos que Xavi no monte un guirigay por no captar más los aplausos del público, Iniesta no monte en cólera por no ser siempre titular, Márquez no se plante por sus constantes cambios de posición, etc. A partir de ahora, y por culpa de estos tres precedentes, el Barcelona se queda sin argumentos solventes para mantener la disciplina. "